Nos Contratan por lo que Sabemos, Nos Despiden por Quien Somos
La Importancia de Centrarse en Conocerse.
En el actual mundo laboral, adquirir conocimientos técnicos es solo la punta del iceberg. Ya no es suficiente dominar herramientas o ser experto en un área específica; ahora, más que nunca, necesitamos desarrollar habilidades adicionales para alcanzar estabilidad laboral. Esto aplica no solo a la generación Millennial, sino también a las generaciones emergentes como la Gen-Z y Alpha.
Si bien el conocimiento técnico sigue siendo esencial, hoy debemos complementarlo con inteligencia emocional y habilidades sociales. Estas últimas son cada vez más relevantes, pues los contactos y las personas que nos rodean moldean el entorno en el que nos desenvolvemos. Rodearnos de quienes fomentan nuestro crecimiento puede abrir nuevas puertas, pero aún nos queda un aspecto clave por trabajar: nuestra inteligencia emocional.
Cuando tenemos la fortuna de tener un trabajo, entramos en un entorno donde la convivencia, la tolerancia y la estrategia son esenciales para nuestro desempeño. Saber cómo desenvolvernos con compañeros, clientes y jefes ya no es solo deseable, sino necesario.
El reconocido psicoterapeuta Mario Guerra lo resume perfectamente en su plática para el programa Aprendamos Juntos Mex de BBVA, titulada “Hay cuatro tipos de apego, ¿Cuál es el tuyo?”: “Nos despiden por quienes somos.” Esta frase subraya la importancia de trabajar en nuestros apegos, inseguridades y emociones, pues solo así podremos alcanzar esa anhelada estabilidad laboral que muchas veces las nuevas generaciones desconocen.
Hoy contamos con herramientas para actuar con sentido común y dignidad. Establecer límites sanos y evitar culpar a otros por nuestra falta de regulación emocional es una responsabilidad que recae únicamente en nosotros. Cada uno de nosotros es responsable de sus resultados y, por lo tanto, de su crecimiento.
El camino es claro: desarrolla nuevas técnicas, enfócate en conocerte y, sobre todo, haz de tu introspección el pilar de tu estabilidad laboral. Al final, el trabajo no solo es una herramienta para generar ingresos; es un espejo que refleja quiénes somos.